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Confieso que tengo la obsesión -sí, bien digo "obsesión"- de comprar cuadernitos y lápices. De cada lugar a donde voy, ya sea Europa, el sur de Chile, o el supermercado, me traigo una libretita o cualquier cosa que me sirva para escribir. Lápices tengo millones. Ahora, en mi actual trabajo, tengo acceso a coleccionar lápices con marcas que son mi debilidad absoluta (junto con el chocolate en rama y las zapatillas, pasando el avisito) y me he convertido en la pesadilla de los "dealers". Si sé de alguien que va a viajar, lo calzo inmediatamente con mi encarguito: "tráeme un lapicito?"


Creo que nunca, sin exagerar, nunca se me ha acabado un lápiz, y el día en que eso pase será fatal. Van a colisionar un par de asteroides, la gente se va a empezar a suicidar en los parques, nacerá el anticristo, Madonna se va a comprar un campo en Chaimávida, o no sé pero va a pasar algo heavy metal gore power, se los advierto para que estén preparados. En cuanto a los cuadernitos, tengo de sobra. Tampoco los he llenado, pero eso es a conciencia.

Lo que pasa es que quiero hacerle la vida imposible al incauto que los encuentre y pretenda darse la paja de unir cronológicamente los hechos que ahí he plasmado, de los cuales habrán solo unos pocos realmente trascendentes, el resto son merísimas "observaciones de campo". Claro, porque yo escribo donde se me da la real gana: en la micro, en la sala de espera cuando voy al médico, en un probador de una tienda, en un cafe, en el trabajo, en la catedral cuando voy a hacer "oración escrita", en un carrete, en todas partes MENOS en el baño, porque para mí no hay trámite más desagradable que ir al baño; ahí la hago corta nomás. A todos mis escritos les pongo fecha, pero están desperdigados por el mundo, vale decir, mi pieza.

Yo creo que esa obsesión de comprar cuadernos o libretas surgió después de leer "Robinson Crusoe", "El Conde de Montecristo" y "Casanova". Quedé loca pensando: "shuuuuu... si esto me pasara a mi, me envuelvo completa en papel y me escondo como sea un lapiz mina para escribir TODO lo que me pasara!". Yo y mi pensamiento apocalíptico. Igual soy feliz así. Y por último: es LEJOS, LEJOS la mejor terapia para desahogarse. Bien dicen que "el papel aguanta todo". Esa frase la hice mía porque hasta ahora, adminículo más fiel no he encontrado.

Y usted? Como le complicará la vida a las generaciones futuras?

XOXO

3 comentarios:

Pablo Flores Pineda dijo...

Waaa yo nunca traigo lápiz al colegio.

Más mala costumbre mía, siempre le termino pidiendo al mateo del curso.

Saludos!

IBLOGONDRIACO dijo...

Hay mejores maneras de cagar a las generaciones futuras...
Es ponerlos en orden cornológico, pero escribir cosas sin sentido...
en una de esas los críticos pertenecientes a la sinagoga de admiración por lo inexplicable y culto a lo póstumo le darán un lugar que no merece.
Deberías pensarlo y dejar de maquinar tanto.


Besos:
El Insufrible nº 1

Anónimo dijo...

vas a dejar el mundo sin árboles si sigues así

antiecológica!!

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